lunes, 2 de abril de 2012

La felicidad la golpeó como un tren en un raíl  Viniendo hacia ella atascada aún sin vuelta atrás  Se escondió detrás de las esquinas y se escondió debajo de camas  Lo mató con besos y huyó de ello  Con cada burbuja se hundió con su bebida Y lo tiró todo por el fregadero de la cocina  Y nunca quise nada de ti  Excepto todo lo que tenías y también lo que quedó después de eso  La felicidad la golpeó como una bala en la cabeza  Arreada desde una gran altura por alguien que debería saber más de esto.

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