La felicidad la golpeó como un tren en un raíl Viniendo hacia ella atascada aún sin vuelta atrás Se escondió detrás de las esquinas y se escondió debajo de camas Lo mató con besos y huyó de ello Con cada burbuja se hundió con su bebida Y lo tiró todo por el fregadero de la cocina Y nunca quise nada de ti Excepto todo lo que tenías y también lo que quedó después de eso La felicidad la golpeó como una bala en la cabeza Arreada desde una gran altura por alguien que debería saber más de esto.
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